Décima
De pronto cayó ante mí
de bruces toda la noche
y lanzándome un reproche
me dijo ¿Qué haces aquí?
A lo que le respondí:
oigo el graznido de sombras
rodeadas de penumbras.
Yo quiero el sol y este día
porque la muerte es muy fría
para escuchar las alondras.
(Trinidad)
Su espíritu sabía que era su tiempo. No hay dudas.
ResponderEliminar