La magia de
la Vila
está en la
amistad,
está en la
noche,
en la modelo
y en la sorpresa.
En esta
noche de Poesía
(con mayúsculas),
noche plena
de intimidad
y
sensaciones, siempre nuevas,
Lorena nos
ha sorprendido
por su
esbeltez y su pose,
tan bella
como natural
… y diferente.
Porque
Lorena llegó,
tan
silenciosa e intrigante,
que apenas
se hizo perceptible
hasta subir
al estrado.
Ya en el
trono,
los lienzos
y las tablillas vibraban,
con sísmicos
movimientos,
al ritmo de
los pinceles,
los
carboncillos y las sanguinas,
los
acrílicos, los óleos
y las manos
de los artistas,
ávidas de
tiempo y placer.
Lorena
llegó, sin previo aviso,
poso y nos
deleitó.
Lorena
llegó, justamente,
un veintiuno
de marzo,
día de la
poesía.
Y la hizo
suya.
Pedro Vera Sánchez, Trinidad.
Loable !
ResponderEliminarSaludos
Gracias, Mark.
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