No sé qué tienes, Merche,
en tu mirada esta noche,
que el encanto de tu cara
de lunares inundada
le pone a tu risa broche.
No sé qué tienes, Merche.
Tu pose queda,
en esta plácida noche,
hasta el erguido tallo
de la rosa estremece.
¡No sé qué tienes, Merche,
no sé qué tienes!
Aunque intento imaginarte
no hay pincel para pintarte
pues las musas entretienes
y han horadado mis sienes
para salir a buscarte.
No lo sé, Merche,
no sé qué tienes
que escribo en versos torcidos
y mis ojos encendidos
gritan, gritan, cuando miras,
gritan, gritan y… gemidos
que apenas mi cálamo escucha
de tu garganta surgidos,
las notas de alegres liras
han ahogado en tus suspiros.
Pedro Vera Sánchez, Trinidad.
Pedro Vera Sánchez, Trinidad.
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