domingo, 29 de septiembre de 2013

Oda a la cerveza

Llegas,  
con tu traje mojado y tan fresca,
al despuntar la mañana,
amiga rubia,
sirena de ojos blancos.

Tu sola presencia alegra los días,
endulza las tardes
y hace de las noches
una espiral sin fin.

¿Nos vemos a mediodía?

¡No me faltes,
que mi reseca garganta
agradece ese dulce amargor
que tú destilas!

Y no lo olvides.

A mediodía.

(Trinidad)

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