Los rigores del invierno
ya nos visitan,
ya las noches vagan tristes,
dos almas gritan.
Laten nuestros corazones
por la alegría de ver
que el amor aumenta
día a día.
Ya las alegres mañanas
al sol reciben,
ya he abierto mis ventanas
que te perciben.
Ya el aire revolotea,
tiene alegría,
ya mi pluma se desborda…
Ya mi pluma
rompe y rasga
su fantasía
porque ha aprendido tu nombre
de escribirlo cada día.
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