Creía
haber dejado
sus escasas palabras
ancladas en un océano de
tierra.
La realidad llegó a
iluminar
(con el
tiempo)
su
confusión.
Solo era una hoja de
papel
... reciclado.
Pedro Vera Sánchez, Trinidad.
O tecleadas en el acantilado. Abrazos.
ResponderEliminarAmando, no se lo pongas más difícil al pobre.
EliminarEstos trabajitos son pequeñas sátiras que, a veces, dedico a esos nuestros congéneres que todo lo saben y todo lo infravaloran. Incluyo en el último apartado a las personas.
Saludos de jueves.