viernes, 17 de mayo de 2013

Piedra de toque.


Salió una piedra volando
viendo yo quien la tiraba
y sin poder remediarlo
contra un cristal se estrellaba.

La piedra quedó perpleja
en un rincón de la sala
adornando una bandeja
que quedó muy mal parada.

Un pobre inválido anciano
miró y no pudo hacer nada
al tiempo que aquella mano
de su lado se alejaba.

Y la piedra, meditando,
en la bandeja abollada
con pena siguió llorando
y el brazo no dijo nada.

Salió una piedra volando
viendo yo quién la tiraba.

Pedro Vera Sánchez, Trinidad.

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