Salió una piedra volando
viendo yo
quien la tiraba
y sin poder
remediarlo
contra un
cristal se estrellaba.
La piedra
quedó perpleja
en un rincón
de la sala
adornando
una bandeja
que quedó
muy mal parada.
Un pobre
inválido anciano
miró y no
pudo hacer nada
al tiempo
que aquella mano
de su lado
se alejaba.
Y la piedra,
meditando,
en la
bandeja abollada
con pena
siguió llorando
y el brazo
no dijo nada.
Salió una
piedra volando
viendo yo
quién la tiraba.
Pedro Vera Sánchez, Trinidad.
Pedro Vera Sánchez, Trinidad.
Gracias por tu visita.
ResponderEliminarNos leemos.
Abrazos amiga.