Al pueblo de
Calasparra,
de un Noroeste olvidado,
por Dª Antonia Soler
vengo esta noche invitado.
Mi visita a Moratalla
nos brindó la coincidencia
y esa noche tan preciosa
me creó esta dependencia.
Hay gente que viene aquí
a disfrutar del paisaje
yo he decidido venir
a estar con el paisanaje.
Y es mi único objetivo
lanzar mis letras al viento
por si fueran de su agrado,
¡menudo agradecimiento!
Muchos son los que vinieron
por expresa invitación
yo he venido aquí esta noche
a ofrecer mi corazón.
Al público congregado
poco más puedo ofrecer,
no tengo premios ni gloria
tan limitado es mi haber.
Pero he venido esta noche
a entregaros mi cariño
y si acaso lo consigo
me iré más feliz que un niño.
Gracias mil, calasparreños
por tan amable acogida
conozco bien el camino
y este mi cuerpo cansino
deja aquí mi alma rendida.
(Pedro Vera Sánchez, Trinidad)
Te dejo un aplauso por tan buen poema
ResponderEliminarBesos
Gracias de nuevo amiga.
EliminarOtro aplauso para ti envuelto en un abrazo.
¡Qué bonito, Pedro! Aunque yo no puedo ser imparcial en este caso, pues , a pesar de que vivo muchos años en Murcia, nací y me crié en Moratalla; estudié en Caravaca; mi madre, calasparreña y mi marido, ceheginero. Al noroeste por entero, a mi Moratalla en particular, dejo yo también mi alma redinda.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias amiga por tu visita.
EliminarPues sí, el Noroeste es y merece algo más que una visita aislada.
Abrazos.
me encanta tu alma poeta
ResponderEliminarGracias por tu visita y tu comentario, amiga.
EliminarTu nombre hace referencia a aquello que yo intento ser/hacer cada día: re-comenzar.
Abrazos.
Pues nada más que felicitarte por la frescura y jovialidad de estas coplas que llegan cargadas de tanto cariño para con Calasparra que, hoy, está un poco más en el mapa.
ResponderEliminarSalud.
Gracias Julio.
EliminarDice el refrán que es de bien nacidos ser agradecido.
Un abrazo.