ni el cómo
ni el cuándo
ni el dónde
nacer.
Pero me
siento orgulloso
de ver la
luz primera
rodeado de
campesinos
con sus
pantalones remendados,
sus abarcas
embarradas
y sus
rostros surcados
de sol y
miseria.
No fue
decisión mía
pero, mirando
hacia atrás,
cada día me
siento más orgulloso
de ver que
mis raíces
están en la
tierra, en el campo
y es la
madre Naturaleza
mi propia
madre.
Y aunque, esos mismos
campesinos
vivan y se
consuman día tras día
en las
mismas miserias,
me siento
orgulloso de ellos.
Gracias a su
trabajo,
sus penas y sus
miserias
la vida
continúa y los trepas,
vampiros y
otras castas doradas
sobreviven esquilmando
el fruto del
sudor de su frente.
De ese tema
hablaré en otra ocasión
pues no creo
que su mal tenga remedio.
Y si lo
tiene…
¿a quién
corresponde darle solución.
¡Pobres
campesinos
de mísero futuro
asegurado!
Pedro Vera Sánchez, Trinidad
si pobres campesinos que no tienen futuro. cuando siempre ha sido un trabajo y hoy en dia se esta perdiendo. que lastima. un beso
ResponderEliminarGracias Alicia.
EliminarCuando se produzca el exterminio de la agricultura, la ganadería, la pesca y la minería, principales focos de obtención de la materia prima, veremos qué hacer.
Pero yo no hago más que expresar un sentir. Otros habrán de ser quienes busquen y apliquen las soluciones. O quienes nos lleven al cementerio.
Miro los míos al igual que los tuyos con esa mirada triste, duele el corazón
ResponderEliminarBesos
Gracias amiga.
EliminarRdprto que entre todos hagamos servir la palabra.
Abrazos.