"La locura es una forma de vida
una forma de ver las cosas…"
Una estación de cualquier ciudad. El tren llega con retraso. Pero ahí estas tú...
Llueve y llevo mi paraguas, plegado, chorreando agua de la lluvia recibida durante el trayecto hacia la estación a tu encuentro. Por ello, los viajeros que bajan del tren, encabronados por el retraso a causa de un desprendimiento imprevisto de tierra sobre las vías a causa de las tormentas, me recriminan que estoy llenando el andén de charcos innecesarios que habrán de sortear a pesar de que sus dormidas piernas, a consecuencia de las horas de accidentado trayecto, tal vez no soporten. Yo, inmóvil e impasible a los acontecimientos y comentarios, absorto en ti, permanezco con la mirada fija en todas y cada una de las puertas que, como a bocanadas, despiden a los viajeros hacia el andén en el que espero impaciente con mi paraguas, a modo de desafiante estilete, tu llegada. Se nota en mi cara cierto aire de preocupación y expectación, de sonrisa forzada y miedo oculto, de desesperación contenida y ansiedad que se desbocará de un momento a otro tan pronto como te sumerjas en el contorno de mi primer abrazo mientras te susurro al oído: ¡¡Por fin, nena, llegaste a mi!!
Pedro...Muy lindo relato... tu angustia de esperar que ella llegue.... das a entender que està en el pensamiento de cada uno si ella llega o no.
ResponderEliminarun Beso
Gracias Doris por tus cálidas palabras. Abrazos.
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