Poema a cuatro manos.
(Tomás Soler Borja&Pedro Vera)
…y la mujer
piedra, la bella mujer
salida del
útero de la madre tierra,
detenida en
un instante sin tiempo,
miraba
serena la inmensidad azul.
Inmensidad
que, ola a ola,
venía a
rendirse a sus pies de arcilla.
A sus pies,
arcilla
tierna y moldeable,
el mar en
toda su inmensidad.
Y el
silencio,
compañero
ausente,
amigo fiel,
susurro
etéreo...
Precioso!! .. A esa mujer .. de enorme corazón e inmensos sentimientos .. de mirada serena que irradia cariño a los cuatro vientos... le va a encantar vuestro bello poema
ResponderEliminarUn abrazo a cada uno .. Y otro grande a ella
Esa mujer, Aris, como el resto de las congregadas, son merecedoras, no de este intento de poema inconcluso, no. Son merecedoras de algo más que sólo nace, se reproduce y muere en el vientre de la más sincera amistad.
EliminarTan simple.
Abrazos.
Como lo sabes Aris... se me cogió el pellizquito al leer sus comentarios, se me ha cogido aún más al ver sus letras unidas... soys grandes amigos.
ResponderEliminarGracias, por tanto... ¡Besos a repartir!
Oquei, Magda. Yo he puesto el mio a buen recaudo.
EliminarDel resto no tengo noticias aunque sé que no caerán en saco roto.
Al menos así lo espero y deseo.
Guapa poetamiga.