Vivo inmerso en un mundo de hipocresía,
un mundo de fantoches,
actores al dictado de tanto prepotente,
tanto inepto que puebla nuestro estado
mientras yo me consumo en mi rebeldía.
No quiero la mentira,
no quiero la guerra,
no quiero el polvo que envuelve
esos cuerpos ateridos,
no quiero el olor a pólvora
ni las esquirlas de la metralla
clavadas en la piel
de tantos inocentes bañados
en el rojo lodo de su sangre derramada
No quiero ver mezclada
la pena y el dolor
en las caras de los padres
y en los ojos de los hijos,
abocados todos ellos
al infierno que habita
frente a palacios suntuosos
de quienes, vistiendo
costosos atuendos y corbatas,
pasean envueltos en perfume
a costa de su desfachatez
y empujados por su grey.
Quiero lanzar un grito de paz.
Pero quiero sobre todo,
amigos míos,
que gritéis a mi lado
hoy, mañana y siempre
cada día, en cada guerra.
No me vale un grito aislado,
no me vale un día cualquiera,
ni me importan los gobiernos
ni me importan los colores
sólo quiero que gritéis a mi lado
cada día, en cada guerra.
Sólo pido que gritemos unidos
con toda nuestra fuerza,
sin miedo a enmudecer,
“el blanco grito de la paz”.
Pedro Vera Sánchez, Trinidad.
Por la paz!!
ResponderEliminarLo bueno sería que tuviese eco, Mara.
EliminarAbrazos.
Me gusta!
ResponderEliminarGracias hermana Jael.
EliminarAbrazos.
Nunca dejes de compartir con nosotros tus "Preciosas e Inigualables Poesías", querido amigo: De ti nos nutrimos, de ti nos alimentamos, y de ti , como de otros muchos "con grandeza", aprendemos "otros tantos".
ResponderEliminarRecibe un afectuoso saludo, estimado POETA.
Me han sonrojado tus palabras, amiga Mariado.
EliminarGracias por tus comentarios y tu amistad.