Noto tus ojos desnudos
cuando me miras
y siento
como tus manos están
huérfanas de mi cuerpo.
Noto que tu mirada
es un crepitar de luz
en otros ojos...
Pero
no me digas
que la lava rugiente
de tus manos
se fundirá en el frío de otra piel.
Entonces remontaré
las aguas dormidas
de esos gélidos ríos
para llegar ante ti
y morir
de pie,
como un árbol.
Pedro Vera Sánchez, Trinidad.
Pedro Vera Sánchez, Trinidad.
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