A mi edad,
la esperanza es como una nube
en levitación constante
sujeta, solamente,
a la ingravidez de una palabra
muda, callada,
a la infinitud de esa mirada ciega
que aportan los años.
En el niño, la esperanza
es una ilusión lúdica
capaz de despreciar
injerencias,
palabras,
miradas...
La pérdida de la esperanza,
(a cualquier edad)
aboca a un mundo,
que es infinitamente infinito.
Pedro Vera Sánchez, Trinidad.
Pedro Vera Sánchez, Trinidad.
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