Duerme mujer
hasta que te acostumbres
a mi compañía
tan sola, tan salvaje,
hasta que mi presencia te ilumine
o, en mi ausencia,
seas incapaz de contenerte.
Duerme...
pero que tus sueños
cobren vida en mi boca.
Pedro Cera Sánchez, Trinidad.
Pedro Cera Sánchez, Trinidad.
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