Maestro Manolo Coronado
(Soneto en Acróstico)
Magnánimo maestro laureado
Auspicio de noveles pinceladas
Ninboestrato de nubes azuladas
Oráculo que ilustra a su alumnado.
La vida que en tus lienzos has plasmado
Ofrece recreación de hermosas hadas
Color para alegrar las madrugadas
Océanos de púrpura y dorado.
Recuerdos de una época gloriosa
Ondean en los cielos de Alaró
Navegando entre nubes de marfil.
Alegre una paloma cadenciosa
De sus alas una estrella sacó
Ocre, roja, verde, de intenso añil.
La dilatada trayectoria de Coronado, tan desconocida entre los más cercanos, tiene su propia luz y brillo. Ya, en la segunda mitad del pasado siglo, prendió esa llama que hoy nos llega.
ResponderEliminarManolo es una estrella y, como tal, su incandescencia nos llega a través de los tiempos. Yo tuve la suerte de entrevistarle, para La Verdad, en sus exposiciones del Casino de Águilas en los 70 y los 80 del siglo pasado, trabajar en Alaró a unos metros de su casa-estudio en el 82/83, compartir con él casa y comida en infinidad de ocasiones, y tener la portada de Carmen de su propia mano.
Cualquier cosa que yo dijera de Manolo, como parte interesada, tendría poco valor. Que sea juzgado por su obra y por el pueblo.