lunes, 27 de junio de 2011

La alegría de tu cara...


La alegría de tu cara
es la luz que me ilumina,
el aroma que trasmina
al terminar la jornada.

El resplandor de tus ojos,
el brillo de tu sonrisa,
tus labios, pétalos rojos,
tu voz cadenciosa brisa.

Tu agradable compañía,
la suavidad de tu piel
al rozarse con la mía
cambia el color de mi tez.

Ya pasó el fin de semana,
ya te alejaste de mi,
tu recuerdo es quien trepana
de mi vida el sin vivir
de la noche a la mañana.

Pedro Vera Sánchez, Trinidad.

El eco de mi voz.


Aunque el eco de mi voz
te llegue en la lejanía,
has de saber que tu amor
lo atesoro cada día
y lo cuido como una flor.

Que tu amor es agua clara
de la fuente más hermosa
que pueda lavar mi cara.

Y si te digo te quiero
es que mi boca rebosa
halagos del jardinero
que cuida tan linda rosa.

Pedro Vera Sánchez, Trinidad.

viernes, 24 de junio de 2011

Tengo mi barca.


Tengo mi barca varada
en el recuerdo de tus besos
y tu voz almibarada
en mi mente llevo anclada
dándole a mis ojos presos
la luz que adorna tu cara.

Pedro Vera Sánchez, Trinidad.

Las olas.


Las olas besan la arena
con su incesante ronquido.

Yo beso tu piel morena
de la que vivo prendido,
en la que ahogo mi pena.

Pedro Vera Sánchez, Trinidad.

miércoles, 15 de junio de 2011

Gracias.

Por si no habías reparado en ello aún, he de comunicarte, querido lector, que también las satisfacciones, si llegan en tropel, pueden causar, y de hecho certifico que lo causan, síndrome "ansioso-depresivo".
Aún así, he de reconocer que vivo estos momentos disfrutándolos a tope a pesar de mi ansiedad.
Ansiedad por no poseer el don de la ubicuidad y no poder satisfacer de forma simultánea a todos mis amigos y conocidos.
Os pido perdón y, por si os sirve de consuelo ( a mi sí que me sirve), tengo que recordar a todos que "no hay mal que 100 años dure ni cuerpo que lo resista". 
Intentaré sobrevivir, reponerme y volver a prestar a todos y cada uno de vosotros la atención que os merecéis.
Prometido.
Gracias.

lunes, 13 de junio de 2011

Ahora.


Ahora,
cuando el día agoniza,
yazgo en mi lecho
con un único
y persistente
pensamiento:
el de los momentos
consumidos juntos
a golpe de besos,
el de la dulzura
de la caricia de tus manos
resbalando por mi espalda,
el de tus labios
junto a mi cuello
mientras dormía.

Ahora,
cuando la luna
menguante se oculta
entre la fina lluvia,
pienso en ti
y disfruto ese pensamiento
a la espera de un nuevo
fin de semana
que presagia
nuevos tiempos
en que las semanas
tendrán siete días
para estar juntos.

Y observo
cómo nuestro amor
crece por momentos.

Pedro Vera Sánchez, Trinidad.

jueves, 9 de junio de 2011

Entrevista Cope a Pedro Vera

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Con premeditación...

Discúlpame amor
por acercarme a ti
a estas horas
con nocturnidad,
premeditación
y alevosía.

Nocturnidad
porque la noche,
como el amor,
son ciegos.

Premeditación
porque llevo todo el día
esperando y preparando
este momento.

Alevosía
porque considero un delito
contra mi conciencia
vivir tan separado de ti
sufriendo el tormento
de la lentitud de cada minuto.

Perdóname amor.

Lo siento.

Mañana,
si me queda aliento,
volveré a intentarlo.

¿Seguirás ahí?

Haz lo posible.

Mi sed de amor
ni tiene ni quiere
otra fuente donde beber
y mis labios rezuman hiel
cuando tus besos se escapan,
con un entrecortado suspiro,
en una terraza en obras.

Y si por este delito
soy condenado,
ilumina algún día mi tormento
con una mancha de carmín
en la sentencia.


Pedro Vera Sánchez, Trinidad.

martes, 7 de junio de 2011

Comida/Taller/Tertulia literaria de hermandad.

27/02/2011- San José de la Montaña. Murcia.

Comida/Taller/Tertulia literaria de hermandad

1er. Poema, 
Confeccionado (verso a verso con folio doblado a ciegas con pie) entre Pedro, Ángela, Juan, Carmen, Paco, Isabel y Conchita.

Tema: La amistad. 

Original:

Ese ente inmaterial y tan preciado
ha caído al abismo del olvido
la soledad, más vivida que soñada
fiel y eterna amistad se desvanece
en el tiempo de siempre por si
hasta que todo el tiempo se impregne de su esencia
y volvamos a vernos y sentir esa paz interior
que produce serenidad.


Reformado (Pedro)

La amistad:

Ese ente inmaterial y tan preciado
ha caído al abismo del olvido.

La soledad, más soñada que vivida,
prevalece como fiel y eterna amiga
a lo largo del tiempo
hasta que todo se impregna de su esencia.

Y volvemos a reencontrarnos
con el sentimiento de esa paz interior
fiel portadora de la felicidad,
propia de la alegría,
                     del amical reencuentro.

Mi viejo cuerpo

A mi horno, esta noche,
                               le ha faltado leña.

Tu mano, aún extraña,
ha dejado sentir su ausencia
y el ansiado calor de tu cuerpo
ha dejado paso al gélido silencio
                               de mis sábanas.

Mi cuerpo se ha resentido
y escucho con qué insistencia
reclama tus dulces caricias.

Le escucho gritar tu nombre
con los primeros rayos de sol
que han atravesado
el cristal de mi ventana.

Por eso, esta mañana,
ha sido diferente,
ha sido hermosa,
y mi viejo cuerpo…
                               vuelve a sentirse vivo
                               y ansiar tus dulces caricias.