Al pueblo de
Calasparra,
de un Noroeste olvidado,
por Dª Antonia Soler
vengo esta noche invitado.
Mi visita a Moratalla
nos brindó la coincidencia
y esa noche tan preciosa
me creó esta dependencia.
Hay gente que viene aquí
a disfrutar del paisaje
yo he decidido venir
a estar con el paisanaje.
Y es mi único objetivo
lanzar mis letras al viento
por si fueran de su agrado,
¡menudo agradecimiento!
Muchos son los que vinieron
por expresa invitación
yo he venido aquí esta noche
a ofrecer mi corazón.
Al público congregado
poco más puedo ofrecer,
no tengo premios ni gloria
tan limitado es mi haber.
Pero he venido esta noche
a entregaros mi cariño
y si acaso lo consigo
me iré más feliz que un niño.
Gracias mil, calasparreños
por tan amable acogida
conozco bien el camino
y este mi cuerpo cansino
deja aquí mi alma rendida.
(Pedro Vera Sánchez, Trinidad)