lunes, 30 de septiembre de 2013

A la falla de la Plaza del Pilar. (29/09/2013)




Se presentó San Miguel

con su varita otoñal

y entre tanta algarabía

van saliendo del Casal

de pintores camuflados

los ninots en tropelía.



Plazas, calles y jardines

van tomando por asalto,

solo se ven caballetes

y lienzos por el asfalto

¡Hay en Valencia cultura!

van pregonando bien alto.



¡Que San José se llevó

el aroma de azahar

pero han llegado los ocres,

amarillos y marrones

al Colegio de la Seda,

la Plaza del Hospital

y a todas las callejuelas

que van a dar al Pilar!



La falla viste de largo

los vestigios de su historia

que habrán de ser custodiados

por todos en su memoria

por más que alguno pretenda

hacer valer su uniforme

y suelte una reprimenda.



¡Un uniforme viviente

jamás será un policía

que para ser buen agente

habrá que saber la fuente

que su mente abastecía!



Gracias fallero y amigo

por derrochar ilusión

que al final has conseguido

que esta primera edición

vea su objetivo cumplido.

Pedro Vera (Trinidad)

domingo, 29 de septiembre de 2013

Oda a la cerveza

Llegas,  
con tu traje mojado y tan fresca,
al despuntar la mañana,
amiga rubia,
sirena de ojos blancos.

Tu sola presencia alegra los días,
endulza las tardes
y hace de las noches
una espiral sin fin.

¿Nos vemos a mediodía?

¡No me faltes,
que mi reseca garganta
agradece ese dulce amargor
que tú destilas!

Y no lo olvides.

A mediodía.

(Trinidad)

miércoles, 25 de septiembre de 2013

EL JUEGO



Desde mi balcón,
escondido tras mi espada,
yo me río, yo me lloro.
Desde mi balcón
todo se divisa claro,
que abajo, la confusión
suele andar envuelta en nubes.
Oteo desde mi balcón
sólo aquello que me place
que aun siendo dura esta vida
lo bello a su lado pace.
Suelo estar en mi balcón
cuando juego al escondite.
Si el contrario no me halla,
si le va mal el envite,
que suba hasta mi atalaya
que a quien bien llega se admite.
A veces bajo hasta aquí
para hablar con mis amigos,
para contarles mis cosas,
para escuchar lo que dicen.
Con ellos comparto el vino,
jugamos al dominó,
con ellos grito en silencio
si su pesar adivino.
Al terminar, 
de nuevo subo al balcón
y descargo la tormenta 
que aloja mi corazón.
Desde mi balcón,
escondido tras mi espada
yo me río, yo me lloro.
Con el agua de mi risa, 
con el pozo de mi llanto
voy regando el pergamino
al que le he cantado tanto 
a lo largo del camino.
                                                                    
                        (Trinidad)

lunes, 23 de septiembre de 2013

Preciosos recuerdos.


Trabajo realizado con mis alumnos de 4º curso. Año 1998. Centenario de GARCÍA LORCA.
Se lee y comenta el poema ALBA (Abril de 1919, Granada).

Texto:
Mi corazón oprimido
siente junto a la alborada
el dolor de sus amores
y el sueño de las distancias.
La luz de la aurora lleva
semilleros de nostalgias
y la tristeza sin ojos
de la médula del alma.
La gran tumba de la noche
su negro velo levanta
para ocultar con el día
la inmensa cumbre estrellada.

¡ Qué haré yo sobre estos campos
cogiendo nidos y ramas,
rodeado de la aurora
y llena de noche el alma !
¡ Qué haré si tienes tus ojos
muertos a las luces claras
y no ha de sentir mi carne
el calor de tus miradas !
¿Porqué te perdí por siempre
en aquella tarde clara?
Hoy mi pecho está reseco
como una estrella apagada.

Comentado el poema, se pregunta a los niños/as qué conclusión han sacado. Si les gusta o no, qué les gusta y qué no, etc. Una vez motivados, siendo ellos los protagonistas del poema, decidimos hacer otro poema  AL CONTRARIO, donde en vez de noche y oscuridad, haya luz y alegría.
Se elabora el siguiente trabajo:



En el bosque amanecía

despertaba el alma.

Nacen ríos rojos,

estrellas danzantes

sobre su pecho.

Mis pasos derechos van

a enfrentarse al nuevo día.

Mi corazón se inunda

del eco suave y dulce

que me acerca a ti.

Y tú, en el alféizar de la ventana,

sonriente, feliz,

fantasía de colores

que alegra mis pupilas,

me dijiste,

               SÍ.

Preciosos recuerdos de mi vida.




Primavera

Primavera, libro de versos
que llevan los pajarillos en su pico,
revoloteando, cantando,
iluminando el paisaje.

La hierba,
que alfombra el campo
inundado de flores,
da la bienvenida,
con olor a menta,
al sol que, volando,
ha llegado puntual
a su cita esta mañana.

Las chicas, con sus paseos,
llenan el aire 
                   enamoradas...

         Pedro Vera Sánchez, Trinidad.

sábado, 21 de septiembre de 2013

Sufrimiento.


Ayer encontré un jardín
Y vi una flor que lloraba.

Inclinándose hacia mí

Me pidió que la cortara.



Por culpa de un pajarillo

Estaba triste la flor

Llorando como un chiquillo

Que pierde el primer amor.



Le pregunté la razón

Que causó su desengaño

Y vi que a su corazón

Le habían hecho mucho daño.



Ante ella me incliné

Y la cuidé como a un niño

Con mi sangre la regué

Y la llené de cariño.

         (Trinidad)