martes, 4 de noviembre de 2014

Yo sé que...

Yo sé que algunos amigos
harán hermosas odas
y vestirán con gran luto mi muerte.

Pero sé que los habrá,
amigos, que disfruten.

Sé muy bien que los habrá,
amigos que, ante mi cuerpo yacente,
se regocijen.

Amigos de palmadas en la espalda,
amigos de bar, de vino y de cerveza.

Pero tened presente amigos
(todos)
que llegado el momento
en que se cierre la puerta de mi vida...

...dejarán de volar las palomas
para cubrir mi cuerpo con la tierra.

Será la tierra compañera única
y hogar de mi cuerpo frío.

Pedro Vera Sánchez, Trinidad.

lunes, 3 de noviembre de 2014

Sinceridad.

No es tristeza lo que escuchas
amigo de mis versos
que el sentimiento se escapa de mi boca.

No es la pena lo que escuchas
amigo de mis versos
que también hace llorar la alegría.

No es dolor lo que lees
amigo de mis versos
que también la rosa clava y hace herida.

No es la muerte compañera
amigo de mis versos
que a todos nos acompaña en nuestra vida.

Es la vida que pregono,
amigo con mis versos,
que rebosa, que me embriaga y que me ahoga
que el sentimiento,
amigo con mis versos
se escapa de mi boca.


Pedro Vera Sánchez, Trinidad.

domingo, 2 de noviembre de 2014

Si acaso soy algo.

No soy más que una pobre casa
levantada de adobes junto a una charca.

No soy más que unos ojos
húmedos de cariño.

No soy más que una mirada
clavada en un tiempo sin transcurso.

No soy más que mi pluma, 
preñada de tinta,
esperando que mi mente esté de parto.

Una casa pobre,
unos ojos húmedos,
una mirada, una pluma.

No soy más que eso
si acaso soy algo.

Pedro Vera Sánchez, Trinidad.

sábado, 1 de noviembre de 2014

INSÓLITO DEAMBULAR (Retrato de tus andares, amigo)

Cigarra, que paras el verano lentamente con tu canto.
Hormiga, que , pausada, vas llenando tu despensa grano a grano.
Nube, de lento navegar que no eclosionas.
Roca, que herida de tantos siglos permaneces impasible.
Vidrio, que te dejas atravesar y en la ventana quedas.
Hoja, que la brisa no mueve, que el viento no gobierna.
Diana, que inerte soportas el aguijón de los dardos.
Jornalero, que has hurtado las agujas al reloj.
Agua de remanso que teme a la pendiente.
Flor de cementerio, que llegas a la muerte muerta.
Viajero, amigo de estaciones y apeaderos.
Deja, que el aire llegará a tu oído. No lo busques.
Las mismas estrellas del pasado, con su mismo vago temblor.
Vago transcurrir del tiempo con sus horas lentas.
Aunque no lo quieras, aunque no la busques,
de pronto un día la muerte caerá a tus pies.

Pedro Vera Sánchez, Trinidad.