martes, 30 de abril de 2013

La idea es ganar la guerra.

Al llegar al ocaso de este revuelto abril, me dispongo a hacer balance y, ¡oh, sorpresa! me encuentro exhausto.
Diversas batallas libradas, heridas múltiples de versos esparcidas en cada rindón del alma y todo como resultado de este calendario geográfico detallado:
- del 2 al 5 : Madrid. Dinosaurio y Libertad8, museos incluidos.
- 12, Moratalla: Café con versos.
- 19, Xàtiva: Pintura al carrer.
- 21, Valencia: En Chez Lyon con Salvador Pliego y Dolors Alberola.
- 22, Cieza: Presentación de Ingenios de Murcia.
- 23, Maratón poético en Murcia, con Cristián Minguez.
- 28, Comida poética en La Charca (Totana)
- 29, Los lunes bohemios de La Clásica.
Muchas batallas en diversos campos, un impresionante botín de hermosas imágenes para el alma, muchos espacios para reponer fuerzas juto a la tropa... 
Mucho ajetreo en esta lucha en pro de la difusión de la cultura, muchas batallas, repito.
Pero insatisfecho. 
Aún me queda "ganar la guerra" y en ello estoy.
Por suerte la tropa, mi tropa, está perfectamente adiestrada y responde siempre presurosa a cualquier alerta desde su trinchera de palabras.
Gracias poetas, gracias amigos, gracias a todos por estar ahí, sienpre atentos, siempre dispuestos.
Si continuamos con este empeño, tal vez no ganemos la guerra pero tengo seguro que ganaremos todas y cada una de las batallas que nos quedan por librar.
Por cierto, las dos próximas, viernes 3 y sábado 4 de mayo, en tierras almerienses: Faro Mesa Roldán, en Carboneras y Antas.

miércoles, 24 de abril de 2013

Mujer pública.



La llaman puta, mujer pública
sin saber de sus agallas

ni lo inhóspito que es su camino.



Hace de la intemperie su hogar

y anima las calles en la noche

para descansar en los brazos

del crápula que llega y,

a cambio de unas monedas

con las que sellar su boca,

sacia sus instintos animales

dejando tras él una estela ebúrnea

como marca de su hombría,

como azote, uno más en su legajo.



Mujer pública, puta,

que pisas la calle a diario

y sabes de su crudeza,

no mires al otro lado de la avenida,

no cruces la acera.



Al otro lado,

también hay vida pública.

Vida que nos ocupa los días y las noches

a tus vecinos y amantes

pero con pequeños matices

que la diferencian.



Tú estás presente  todos los días del año

a este lado de la acera.

Por el contrario, al otro lado de la avenida

no hay trabajo cada día,

las noches son más confortables

y están envueltas en lujosas sedas,

están regadas de cava

y nadan en la opulencia.

Sólo se dan cita en el tajo

cada cuatro años, como mucho.

¡Duro trabajo!

Pedro Vera (Trinidad)


Hacienda.



Problema de matemáticas.

Hacienda somos (TODOS)
Y, como en cualquier otra operación matemática, ahora toca desentrañar el paréntesis y hallar la solución.
(TODOS) es igual a (a + b)
Si tenemos en cuenta que el factor “a” representa a los contribuyentes, vemos que su número es elevado.
El factor “b”, por el contrario, representa el polo opuesto, integrado por unos pocos privilegiados.
Visto así de simple, la operación sería incomprensible y tendría difícil solución ya que no podríamos sumar elementos que no son homogéneos. La balanza caería de un lado de forma escandalosamente descarada.
Aún así, encuentro una solución más o menos comprensible que estaría en la onda de aquel refrán tan conocido que dice “muchos pocos hacen un mucho”.
En ese mismo sentido, y aprovechando el saber popular, “b” sería el equivalente a “pocos muchos nivelan la balanza”.
Y como toda fábula tiene su enseñanza, es por esas “Moralejas” y otros parajes similares en los que la opulencia campa, donde tenemos la solución de la operación indicada.
Habremos pues de aceptar que un país pueda ver coincidir, en tiempo y lugar, la miseria más extrema con quienes a ella nos abocan de forma descarada e impune.
Tal vez sea que la justicia, al ser tan transparente, nos permite verlo sin obstáculos.
Tal vez una justicia más opaca nos impediría ver esa realidad.
O tal vez deberíamos apelar a la Justicia inmaterial y con mayúsculas.
Porque… hacienda somos todos.





miércoles, 17 de abril de 2013

Entrevista a Jael Uribe, presidenta de MPI

"Grito de Mujer", en palabras de su presidenta, desde su gestación hasta hoy, en esta entrevista.

http://astrolabiumpress.com/descubra-como-se-gesto-grito-de-mujer-una-entrevista-a-su-fundadora-la-poeta-dominicana-jael-uribe/

lunes, 15 de abril de 2013

De rarezas y otras cuestiones.



Esta tarde, sobre las 18’20 h., he escuchado esta expresión en RNE Todo noticias:
Al incinerar a la “persona humana…”

Me he entretenido en buscar y rebuscar convencido de que es una redundancia (o pleonasmo) pero, por la insistencia de su uso, hay momentos en los que pienso si será cierto que la última neurona útil que me queda funciona correctamente o patina.
He aquí algunos de los resultados de mi búsqueda:
-          Persona (RAE).
1.      f. Individuo de la especie humana.

      -  Humano, na (RAE).
      1. adj. Perteneciente o relativo al hombre.
      2. adj. Propio de él.
      3
      4. m. Ser humano.
- Lavadora de textos.
“… Solo tiene sentido emplearla cuando el adjetivo “humano” se aplica en su acepción de “comprensivo, sensible a los infortunios ajenos”, pero lo cierto es que es muy poco habitual escucharla o leerla en ese contexto. En todo caso, y para que lo entiendan, les pongo como ejemplo una construcción parecida: “Carlos es una persona muy humana y siempre ayuda a los más necesitados”. No es ese el sentido que le dan a la expresión “persona humana” quienes la usan con tanta frecuencia…”

Tras esta pequeña aportación, que considero de interés general, sugiero (si se me permite ya que no soy ninguna autoridad lingüística) el uso de la expresión “ser humano” en su lugar.
Perdonen las molestias.
Y gracias.

sábado, 13 de abril de 2013

jueves, 11 de abril de 2013

A María García Conde. (Soneto con estrambote)


Mis palabras, humildes cual jirones
Al aire vuelan libres, venturosas,
Respiran el aroma de las rosas
Inspirando, si existen, las razones,
Al amparo de tantos corazones,
Gacelas con sus liras tan preciosas,
Alarde que es envidia de las diosas
Regocijo de tantas sinrazones.
Compartes mi trabajo diligente
Irradias amistad, y es tu cultura
Alambique del verso incandescente,
Cabrestante para esta botadura,
Obenque que atenaza el verbo ardiente,
Noray que sujeta mi armadura.
Despido este soneto con tristeza
Es cierto, pues mereces más grandeza.

                                   Pedro Vera (Trinidad)