jueves, 15 de marzo de 2012

Martes 13/03/2012

Esta noche me toca
dar puntadas sin hilo.
Me toca recordar mi situación
de jubilado feliz
con mi desdicha recortada.
Antes también lo fui,
feliz quiero decir,
como altivo y privilegiado
funcionario de la educación
(estatal primero, autonómica más tarde).
Quiero decir que fui maestro,
feliz con mis planes sucesivos
dictados por ineptos
                     ilustres
                     electos.
Feliz con mis recortes
                     y mis logses,
mis congelaciones y privilegios
tales como trabajar
con más de 40 amables
                        alumnos
                        desencantados,
                        desmotivados,
                        descarados...
Ah, y feliz con sus padres,
                     y sus madres,
que tan amablemente tenían a bien,
                                en ocasiones,
personarse a presentar,
de forma tan tajante como amable,
sus opuestos y personales
                                puntos de vista.
Para dejar las cosas claras,
                                quiero decir.
Es por todo ello que,
parte de mi felicidad radica
en ver como mi sueter y mi pantalón
me van quedando cortos,
de forma directamente
proporcional a mis ingresos.
Tan sólo mi bufanda
sigue igual de larga.
                 Será para intentar 
                    taparme la boca.
Pero, al menos, continúo feliz
pues aún me queda un ojo
con el que degusto sólo
una parte de lo malo.
La pena me llega cuando
me encuentro rodeado de ciegos,
ciegos que no pueden apreciar
                      los brotes verdes,
                      la "champions league"
quienes sólo conocen,
además del tamaño de sus bufandas,
que este país...
                          pertenece al viento.
Perdón de nuevo, 
quise decir a España, 
"lo que el bien-to se llevó".
Será, tal vez,
que estas escenas pertenecen
a una película de ficción.
Será tal vez una ensoñación.

3 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Gracias José Alfonso. Una noche hermosa de poesía y amigos. Y muy buen rollo.
      Un abrazo.

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  2. Es bueno recordar aquel agradable trago, pero estar dispuesto siempre a disfrutar el siguiente, aunque el presupuesto se gibarice
    saludos Pedro

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