domingo, 8 de junio de 2014

A MI HERMANO


 La muerte es nieve que se derrite.                                                                                                                                                                                  (Aurelio Guirao. Cieza)

En plena primavera
te vino a sorprender
la nevada.

Tus campos comenzaban
a florecer.

Aquellos prados,
cargados de brotes tiernos,
han vencido a la cizaña.

Con la bonanza,
el alud traicionero
te sepultó
irremediablemente.

La nieve, tan blanca,
te llevó a un negro destino.

La nieve, tan húmeda,
agostó tu vida.

Nieve, agua, vida.
            (Vida, cuando dejas de serlo.)


os rigores del invierno ya nos visitan, ya las noches vagan tristes, dos almas gritan. Laten nuestros corazones por la alegría de ver que el amor aumenta día a día. Ya las alegres mañanas al sol reciben, ya he abierto mis ventanas que te perciben. Ya el aire revolotea, tiene alegría, ya mi pluma se desborda… Ya mi pluma rompe y rasga su fantasía porque ha aprendido tu nombre de escribirlo cada díaos rigores del invierno ya nos visitan, ya las noches vagan tristes, dos almas gritan. Laten nuestros corazones por la alegría de ver que el amor aumenta día a día. Ya las alegres mañanas al sol reciben, ya he abierto mis ventanas que te perciben. Ya el aire revolotea, tiene alegría, ya mi pluma se desborda… Ya mi pluma rompe y rasga su fantasía porque ha aprendido tu nombre de escribirlo cada día

Pedro Vera Sánchez, Trinidad.

4 comentarios:

  1. Allá donde esté tu hermano, tus poemas llegarán como suave melodía en los eternos oídos del universo.Un abrazo

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  2. Me uno a tu dolor, maravillosamente expresado en ese agua que cambia de estado, como también lo hace el cuerpo.
    Un fuerte abrazo.

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    1. Gracias Francisco.
      Sí, el agua, fuente de vida, puede tambien matar y así he querido reflejar esta dicotomía.
      Un abrazo.

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