domingo, 7 de agosto de 2011

El cénit de la dicha...

Con el naranja del amanecer
atravesando mi ventana,
tu cuerpo, aún  yacente ,
desprende pétalos de radiante luz
robados a la noche.

Mi corazón,
derramado aún en la penumbra,
te busca exasperado.

¡Luna que quiebras su cintura,
luna decadente,
haz un hueco donde cobijarme puedas!

Mis labios te llaman,
mi cuerpo te anhela,
el cénit de la dicha
contigo me lleva.

6 comentarios:

  1. Si suspiras, es porque has encontrado el hueco en el que cobijarte.Es un honor tener amigos así en este espacio. Gracias.

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  2. si lo encontrè,pero no me cobija cuando mas lo necesito.asi que de ahi mis suspiro.

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  3. Lo siento Manoli. Pero piensa que un corazón derramado en la penumbra, es capaz de cualquier cosa. Medítalo y tal vez tengas tu oportunidad. ¿Por qué no?
    Gracias de nuevo por visitarme.

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  4. Gracias Tangela. Es la finalidad del escritor, o así lo considero, llegar al menos a un lector y conseguir arrancar un suspiro, una sonrisa...
    Un Abrazo.

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