jueves, 14 de octubre de 2010

Diálogo de sordos

Una vieja y rota silla de madera
arrumbada en un rincón junto a una escoba
sin notar que su aliada era tan boba
intentaba dialogar de esta manera:
- Tú que siempre te levantas la primera
dame alguna información sobre la casa
porque yo no sé muy bien qué es lo que pasa
que la dueña no me posa junto al fuego
y por más que se lo pido y se lo ruego
ahora veo que la carcoma me traspasa.

La respuesta de la escoba, balbuciente
no aclaró aquellas dudas que albergaba,
sólo dijo que barriendo se afanaba
en dejar toda la casa reluciente.
Cuatro palmas y una caña es suficiente
para ser un instrumento de provecho
(quita el polvo de la casa y limpia el techo),
pero no puede evitar un carpintero
que aunque nos cueste una silla más dinero
vieja y rota nos resulte indiferente.


Pedro Vera Sánchez, Trinidad.

6 comentarios:

  1. Amigo Pedro me gusta leer la poesía cuando hay ingenio y arte unidos, y en tu caso los encuentro...un abrazo desde azpeitia

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    1. Gracias amigo Azpe por tus palabras. Es un placer saber de tu interés por mis humildes letras. Un abrazo.

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  2. Cada cual a lo suyo ¿verdad?, me encanta.

    Saludos.

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    1. Me alegro David de que tu visita no haya sido inútil. Un saludo.

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  3. Me encanta la rima de los grandes poemas como este.Buenísimo
    Purificación

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    1. Gracias Purificación.
      Si te das cuenta está construído en Décima pero lo he hecho en arte mayor. Me apetecía salir del octosílabo en esta composición. Caprichos de quien, a veces, tiene una locura transitoria. Cuerda locura por otro lado.
      Así respeto y me hago de respetar.

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