jueves, 14 de octubre de 2010

Sementera

(A mis abuelos)

Descarga nube tu furia
que están sedientos los campos
lloran los agricultores
regándolos con sus llantos.
Viven en el desengaño
llevan la vida maltrecha
aguardan que pase el año
para obtener su cosecha.
Trabajando con ahínco
sus cuerpos, negros de Sol,
saben más de sacrificio
que de palabras de Amor.
Cuando llegan a mayores
sus cuerpos tan arrugados
no reciben los favores
que tienen tan bien ganados.
Y es que los agricultores
dedican su vida entera
en dar al campo labores
y esperar la sementera.
Cuando trabajar no pueden
ya con su cuerpo encorvado
tienen que dejar sus tierras
para vivir de prestado
o del amor de algún hijo,
un pariente, un allegado...
Que tras haber dado tanto
están sin techo seguro
viviendo en el desencanto
de aquel que merece tanto
por un trabajo tan duro.

(Trinidad)

4 comentarios:

  1. Elocuente reflexión, Pedro. Algún agricultor hincó la cabeza entre terrones y se le escapó el alma. Nunca más pudo contemplar el parto de las tierras que tanto amaba.

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    1. Gracias José María.
      Me alegra verte por este espacio y me reconforta leer tus reflexiones.
      Efectivamente, la vida del agricultor, extensible al ganadero, minero, pescador y cualesquiera otras personas que trabajan y se afanan en proporcionarnos las materias primas que tánto necesitamos, son las más desfavorecidas desde siempre.
      De ahí este humilde trabajo.
      Un abrazo.

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  2. Y asi de serena y recia es la vida aferrada al terruño, probablemente el unico trabajo digno que existirá siempre. La riqueza es una obscenidad.

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    1. De acuerdo tocayo Pedro pero, es esa misma riqueza la que compra y empobrece a quienes más lo merecen: los que nos dan de comer.
      Tan lamentable como cierto e irremediable.

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